¿Porqué dicen...?
Verse bien para sentirse bien, como te ven te tratan, de la vista nace el amor, la primera impresión es lo que cuenta, etc...
¿Alguna vez te has preguntado y sentado a responder alguna de esas preguntas?
ARQ. ROSALINDA VARGAS JIMÉNEZ
MASTER EN DISEÑO URBANO ARQUITECTÓNICO
ASESOR DE IMAGEN PERSONAL
Muchos nos zambullimos en el día a día, dentro de la vida cotidiana, donde el trabajo, la familia, los amigos, los pasatiempos, y además los problemas que surgen, no permiten vernos en un espejo y mirar dentro de nosotros a través de nuestra vista, y analizar el por qué algunas veces nos sentimos muy guapos, y otras veces todas unas “garras” o muy feos; y sin importar lo que suceda, ya sea, que estemos pasando por una situación de alegría o de tristeza, hay días donde nos vemos grises y otros radiantes.
La imagen que reflejamos habla de nosotros: nuestra vestimenta, por ejempo, habla de la personalidad de cada uno, de la actividad que realizamos, de la profesión que ejercemos, del estado de ánimo, cultura y hasta religión; por lo mismo, se dice que, en 5 segundos pareciera, te puede dar cuenta de con quien hablas, ya que la ropa, el estilo, las texturas, los colores, los accesorios, las posturas, los ademanes, y otros elementos intangibles hablan de cada persona.
Se dice que no hay una segunda oportunidad para cambiar la primera impresión que dejas en alguien, ya que, todo lo anterior, hasta el “humor” (aroma), que se percibe de alguien que está frente a nosotros, queda grabado; razón por la cual, no hay que dejar a la ligera lo antes mencionado.Existe la denominada “metodología de corte fino”, que habla de observar una pequeña selección de una interacción, generalmente menos de cinco minutos, y ser capaz de sacar conclusiones, con precisión, sobre las emociones y actitudes de las personas que interactúan. 1
1 Rebanadas finas y primeras impresiones, Jeff Thompson, Ph.D., es científico investigador asociado adjunto en el Departamento de Psiquiatría del Centro Médico de la Universidad de Columbia y del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York. https://www.psychologytoday.com/intl/blog/beyond-words/201203/thin-slices-first-impressions
Cuando hablamos de mejorar la imagen, muchas veces suele asociarse a vanidad, y a algo puramente superficial, sin embargo, se ha comprobado, mediante estudios, que el sentirse cómodos con nuestra imagen genera un impacto positivo en el ámbito personal y social. Así que, el estar cómodo con uno mismo, permite una mejor relación con los demás.2
Nosotros como arquitectos jugamos diferentes roles y actividades profesionales, mientras que algunos estamos al cien por ciento en oficina, otros estamos de tiempo completo en obra, o algunos en actividades docentes, o bien, algunos combinan de todo un poco. Y es así, que de acuerdo a la actividad que realicemos, es como nos vestimos, tratando de usar ropa y/o accesorios que nos haga sentirnos cómodos, seguros, respetados, y por ende, dar una imagen empática.
2 Dra. Débora Azuaje Sánchez Centro Médico Azuaje15 de febrero de 2018 https://centromedicoazuaje.com/sabias-verse-bien-ayuda-sentirse-bien
Sin embargo, es muy común, por ejemplo, que estemos realizando trabajo de obra y que ese mismo día nos toque ver algún cliente, por lo que intentamos cambiarnos o limpiarnos los zapatos, para no ir con el polvo de la obra, para sentirnos más presentados, y aún así, sucede, que probablemente nos sintamos desaliñados, o no acorde al sitio o a la situación; sin embargo, existen muchas cosas que podemos hacer para sentirnos más seguros, y así cerrar un trato o convencer a nuestro cliente de que somos la mejor opción para su proyecto.
En esta ocasión podemos decir que el vestir de una o de otra manera puede influir dentro del trabajo, tal es el caso de pensar que la mayoría de las profesiones ejercen mayor o menor impacto laboral al llevar una cierta vestimenta, por ejemplo un médico vestido de blanco, un abogado vestido de traje y en nuestro caso un arquitecto vestido de mezclilla. De acuerdo a la profesión de un arquitecto, podemos equiparar con un banquero o personal de oficina que, llevar un traje les da mayor presencia, seguridad y confianza, ya que portar un traje tiene su razón de ser y su sitio.
Psicólogos de Harvard, por su parte, dejan claro que el traje debe exprimirse en el ámbito laboral y optar por unos vaqueros fuera del trabajo ya que, de usar también traje en un encuentro informal, lo que podría transmitirse es opulencia y delirios de grandeza.3
Para nosotros arquitectos, una mezclilla es el como el traje para un oficinista, sin embargo existen diversos cortes, colores, texturas, materiales y estampados, por lo que, si tu como arquitecto decides vestir ya sea formal o casual, no dejes de tener en cuenta que ciertos detalles van a hacer la diferencia, y tus clientes lo notarán.
Aquí tienes algunos puntos básicos que puedes aplicar:
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Usa ropa cómoda para asistir a la obra, que pueda ser vestible para alguna cita o reunión de trabajo.
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Si tienes un saco llévalo contigo siempre, aunque lo dejes en la cajuela de tu vehículo.
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Si vas a obra, y usas calzado seguridad, carga y deja en la cajuela un par de zapatos, o en su defecto, carga tu cepillo y trapo para dar limpieza al calzado.
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No te desfajes la camisa o blusa, a menos que sea el modelo correcto que va desfajado.
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De acuerdo al tipo de cuerpo, opta por el corte que te favorezca.
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Busca que colores son los que te van de acuerdo a tus características.
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Así como los pocos puntos que se mencionaron, existen muchos aspectos más dentro de la imagen de un arquitecto, no olvidemos tomar en cuenta que nosotros somos los que plasmamos las ideas o sueños de los clientes, y en cierto grado somos una gran influencia para ellos.