El colibrí, ave mística de nuestra región que los mayas consideraban como un ente sagrado, era concebido como mensajero de los dioses, aquella sustancia que transportaba los pensamientos y deseos humanos y simbolizaba la resurrección de las almas, la alegría, la sanación y la adaptabilidad; ese mismo pájaro que para los aztecas representaba a Hutzilopochtli, la esencia guerrera; es el nombre de la obra que ahora nos ocupa.
El equipamiento construido mismo que es de índole científico, debe su justificación a saber que, una de las maneras más eficaces de estudiar el universo, son las explosiones cósmicas, las cuales se perciben mediante los destellos de rayos gama, que son las explosiones más energéticas después del Big Bang y requieren ser acaparadas por un telescopio capaz de observar desde el visible hasta el infrarrojo.
Concebida y erigida por el Arq. Mauricio Muñoz Anchondo, radicado en esta ciudad zapatera y heredero de un legado arquitectónico, pues es hijo del Arq. David Muñoz; rememora la forma en que debe gestionar el encargo, mismo que no implica solo un cliente, pues se trata de una encomienda que realiza nuestra máxima casa de estudios, de la mano con otros interesados de nacionalidades diversas como italianos, franceses, españoles e ingleses.
El complejo en su morfología, trae a mi mente la estructura arquitectónica llamada El Caracol, constructo pétreo, de mampuesto, que se encuentra en la ciudad maya de Chichén Itzá, el cual es un basamento que comparte con la obra su utilidad, pues se trata de un observatorio astronómico dotado de un telescopio robótico, que es el primero de su tipo en América, y es el segundo patrocinado por la UNAM.
Recuerda Muñoz Anchondo que, cuando se encontraba en la matricula, dentro de la academia que le dotó del conocimiento arquitectónico, siempre pensó que, como ente creativo, iba a estar inmiscuido con programas y partidos propios de una biblioteca, un museo e incluso un estadio; el Arq. Mauricio jamás imaginó que estaría al frente de un proyecto de tal magnitud, tratando con astrónomos de diferentes geografías, ante lo cual se asoció con el Arq. Ernesto Ocampo, en pro de salir avante con la tarea.
Preguntas técnicas, vastas como las estrellas en el cielo; cada sesión de trabajo implicaba un complemento en la memoria técnica, la cual alcanzó dos centenares de páginas, pues aun cuando, por ser robótico no contaría en sus entrañas, personal humano en operación, si se preparó para que las maniobras de funcionamiento, pudieran ser realizadas a distancia, desde prácticamente cualquier parte del mundo.
La comentada composición edilicia, se encuentra ubicada en la zona de la Sierra de San Pedro Mártir, en Ensenada, B.C., dentro del parque que lleva el mismo nombre que la localidad; posicionada a 2,830 metros sobre el nivel del mar, lo que da pauta para que el acceso se realice a través de un camino sinuoso, generando cinco horas de trayecto, y requiriendo que se haga una pausa a mitad del camino, para que tu cuerpo físico pueda adaptarse a las alturas.
A pesar de que no se contempla la conciliación del medio físico natural para con el ser humano, por no ser un espacio habitado, si se realiza dicha labor con la intención de generar una obra que permita, mediante una buena comunión con el contexto, mantener el interior a una temperatura de -5°C a +5°C; difícil tarea puesto que Colibrí se encuentra dentro de la zona de la falla de San Andrés y la intemperie presenta temperaturas semi cálidas, lluvia, frío, nevadas y vientos hasta de 170 kilómetros por hora, día con día.
Dentro de un terreno escarpado, en una aislada planicie de tan solo 14 metros de diámetro, el Arq. Muñoz resuelve una cúpula giratoria de alta velocidad y precisión, de más de 9 toneladas de peso, realizada con tal maestría que no se expone la estructura metálica que le soporta, evitando incluso vibración que pueda dañar el lente de observación, complementando con un sistema contra incendio inteligente a base de argón que, una vez activado, no genera peligro para el sofisticado equipo de cómputo que opera el complejo mecanismo.
El acantilado de piedra meteorizada que es susceptible de derrumbes, no fue apto para resolver elementos de concreto armado pues, era imposible el traslado del cementante por lo topográfico y por lo cronológico; así mismo se imposibilitaba gestionar la complejidad calórica del material hacia el interior del edificio, lo que podría generar una bruma que distorsionara la visibilidad de los equipos, alterando la percepción astrológica.
Aludiendo la problemática confrontada, cabe señalar que, por si lo redactado fuese menor, el encargo contaba con tiempo límite para poder ser materializado pues, en solo unos meses acontecería un fenómeno astronómico que sería observado por el mundo entero, y en este caso el Colibrí, conforme la concepción de nuestras culturas ancestrales, sería la esencia que compartiera la información entre el cielo y la tierra.
Es importante mencionar que, el nuevo aparato que permite estudiar los destellos de rayos gamma detectados por un satélite franco-chino puesto en órbita en junio, fue inaugurado en nuestro mes patrio y según Langarica, citada por Hubbard (2024), debe su nombre “a que, al estar vinculado a observaciones satelitales, fuera de la tierra, y recibir alertas de esa sonda, tiene que dirigirse hacia donde la sonda espacial indica que hay una alerta con gran precisión y rapidez (en menos de 20 segundos)”.
Ante la necesidad de instalar telescopios terrestres que reciban las alertas del satélite mencionado, la sierra de San Pedro Mártir es elegida para la instalación de Colibrí porque es uno de los mejores lugares en el mundo para la observación astronómica desde la tierra; ante la necesidad de que el complejo edilicio tendiera hacia la perfección constructiva, se elige al que en sus genes, lleva un legado arquitectónico que comenzó hace dos generaciones en pequeñas obras de San Miguel de Allende, Arq. Mauricio Muñoz Anchondo.
Fabián Israel García Hernández
- El Caracol (arquitectura). (24 de abril de 2024). En Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/El_Caracol_(arquitectura)
- Hubbard, E. Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Astronomía. (09 de septiembre de 2024). Inauguración de COLIBRI, el nuevo telescopio en el Observatorio Astronómico Nacional en la Sierra de San Pedro Mártir, Baja California. https://astronomia.unam.mx/noticias/inauguracion-de-colibri/